12 de marzo de 2013.
Phnom Penh - Al sonar un silbato estremecedor para los oídos, 400 jóvenes, hombres y mujeres, se ponen inmediatamente en posición de firmes con las manos a los lados. Suena de repente música pop camboyana y un altavoz ordena a las masas "Moi, Pii, Bai" ("uno, dos, tres"). La multitud se une al cántico con fervor entusiasta. Un caballero de mediana edad, de cara a la multitud, dirige animadamente los movimientos: manos en las caderas, sentadillas, patadas al aire, rodillas arriba, brazos arriba, estiramientos, giros, puñetazos al aire. Después de cada ciclo se grita "Moi, Pii, Bai". En los rostros de los asistentes se dibuja una intensa concentración, pero de vez en cuando, sin darse cuenta, sueltan una risita.
No es la típica clase de aeróbic. Los 400 participantes son trabajadores camboyanos de la confección, el lugar es una fábrica que procesa tela vaquera para Levi Strauss & Co. en las afueras de Phnom Penh, y el instructor principal es el Sr. Kimna Chhay, propietario y director de la fábrica Kimna Dry Process.
La industria de la confección de exportación en Camboya es más competitiva que nunca. El número de fábricas de exportación ha alcanzado las 420, con 80 nuevas fábricas que abrieron sus puertas en 2012. La avalancha de pedidos en las fábricas, la prisa por producir productos de alta calidad en plazos ajustados y mantenerse un paso por delante de los numerosos competidores crea un entorno cada vez más intenso para las fábricas. En medio del rápido crecimiento de la industria, los informes de desmayos de trabajadores en las fábricas han causado preocupación por el bienestar de los trabajadores.
En julio de 2012, Better Factories Cambodia (BFC) de la Organización Internacional del Trabajo lanzó la campaña "Un cambio" para combatir los desmayos en las fábricas. La campaña pide a las fábricas que hagan al menos un cambio de una lista de dieciocho especialmente dirigidos a paliar las causas de los desmayos, como la mala alimentación de los trabajadores, las enfermedades psicógenas masivas, la fatiga, el exceso de trabajo y el estrés térmico.
Kimna Dry Process es una de las más de 40 fábricas reconocidas por la campaña por haber realizado cambios, con otras 20 o más en camino. En un sector en el que la mayoría de las fábricas son de propiedad china o coreana, Kimna Dry Process es inusual por tener un propietario camboyano. Aún más inusual es que, en una industria donde el 90% de los trabajadores son mujeres, el 80% de los trabajadores de Kimna son hombres.
Kimna dice que en su fábrica nunca ha habido un desmayo, y quiere asegurarse de que siga siendo así. Por eso ha implicado a su fábrica en la campaña One Change. Su fábrica ha asumido dos de los cambios recomendados: formar y familiarizar a trabajadores y supervisores con una respuesta recomendada a los desmayos y dos pausas pagadas para hacer ejercicio -a las 9 de la mañana y de nuevo a las 3 de la tarde- con el fin de revigorizar a los trabajadores, combatir la fatiga y aliviar la monotonía de las tareas que puede conducir a enfermedades psicógenas masivas.
"Empezamos el programa de ejercicios como forma de mantener contentos a nuestros trabajadores. Cuando mueven el cuerpo puede ayudar a su productividad y a su salud. Cuando se refrescan con el ejercicio, tienen otra energía", dice Kimna Chhay.
Y continúa: "Creo que actividades como el programa de ejercicios pueden evitar problemas e incluso huelgas porque crea armonía. Es divertido para ellos e incluso para mí. He observado que todos parecen contentos cuando oyen el timbre y saben que es la hora del ejercicio".
Además del programa de ejercicios de la fábrica, Kimna afirma que intenta dar prioridad al bienestar de sus trabajadores reduciendo al mínimo las horas extraordinarias y manteniendo baja la temperatura de la fábrica.
Cheng Khron, de 26 años, lleva cinco meses trabajando en Kimna Dry Process. "Cuando empezamos a hacer los ejercicios, me pareció muy extraño. Pero ahora creo que es bueno. Después, me siento renovada y con ganas de trabajar".
Cheng Khron señala que el ejercicio dista mucho de ser algo habitual entre los camboyanos: "Creo que a veces la gente de Phnom Penh sabe lo que es el ejercicio, pero en el campo no hay realmente nada de ejercicio, así que esto es nuevo para nosotros".
Cuando visitaba a sus tres hermanos y cuatro hermanas en Kampong Thom, Khron les enseñaba los movimientos que había aprendido en la fábrica. "Pensaban que era muy rara, pero cuando le enseñé los movimientos a mi hermana, me siguió y ahora lo hace ella sola".
El colega de Khron, Hak Cheang (30), trabaja en Kimna desde hace cuatro años y también disfruta del programa de ejercicios de la fábrica. Dice: "Estoy muy contento de que la empresa nos ofrezca tiempo para hacer ejercicio. Creo que otras fábricas deberían hacerlo también. Creo que el ejercicio es bueno para mí".
La mujer de Cheang está embarazada de su primer hijo. Él espera que pronto tengan un hijo. "Antes de este programa, no sabía nada del ejercicio, pero ahora entiendo que es importante. Los trabajadores de la confección no suelen cuidar su salud, no como en esta fábrica. Educaré a mi hijo en el ejercicio para que sea más fuerte".
La campaña One Change cuenta con el apoyo de Levi Strauss & Co, GAP, H&M, PVH, American Eagle, Walt Disney Company, la Asociación de Fabricantes de Prendas de Vestir de Camboya, Yakjin (Camboya) Inc. y QMI Industrial Co. Ltd.
Bril Lacno, de Levi Strauss & Co., afirma: "La campaña One Change ofrece un menú de acciones, entre las que los proveedores pueden elegir e implantar, y repercutir positivamente en el bienestar de los trabajadores. Esperemos que el éxito de la adopción de una acción One Change motive a las fábricas a poner en práctica otra acción, y más acciones para mejorar las condiciones de las fábricas y el bienestar de los trabajadores."
Si desea más información sobre la campaña One Change, envíe un correo electrónico a onechange@ilo.org.