En el Día Internacional de la Mujer, Better Work expone las ventajas de hacer de las fábricas de confección lugares en los que impere la igualdad de oportunidades.
8 de marzo de 2019
Ginebra - Trabajar en la fábrica me ha cambiado la vida", dice Majda, una operadora de máquinas de coser de Jordania. "Ahora puedo cubrir las necesidades de mi familia y mi confianza también ha crecido. Espero que todas las mujeres del mundo puedan encontrar un trabajo".
La investigación y la experiencia sobre el terreno de Better Work se hacen eco del testimonio de Majda. Promover la igualdad y la autonomía de la mujer no sólo beneficia a las trabajadoras, sino también a sus familias y comunidades. Además, los datos muestran que también hay beneficios para las empresas.
Mejor equilibrio, mejor mundo, publicado hoy con motivo del Día Internacional de la Mujer, resume las conclusiones del programa en materia de género, así como investigaciones independientes sobre el tema. Entre los aspectos más destacados figuran los siguientes:
♦ De los 60 millones de trabajadores estimados del sector de la confección, el 75% son mujeres, pero ni de lejos esta proporción está representada en los puestos directivos. En los países de Better Work, la brecha es mayor en Vietnam, donde el 70% de los supervisores son mujeres en una mano de obra en la que representan el 78% del total. En Bangladesh, las mujeres sólo ocupan el 7% de los puestos de supervisión, aunque son el 53% de la mano de obra.
♦ La discriminación de género en el lugar de trabajo suele estar vinculada a las funciones del puesto. En Vietnam, el 92% de los puestos peor pagados son para mujeres.
♦ Según el documento, abordar estos desequilibrios de género tiene repercusiones beneficiosas más allá del lugar de trabajo. Los conocimientos adquiridos en el trabajo, junto con la mejora de los ingresos que a menudo se deriva de la mejora de las condiciones laborales, han elevado la posición de las mujeres en sus hogares y han contribuido a una vida familiar más equilibrada, así como a mejores oportunidades educativas y de atención sanitaria para los hijos de los trabajadores.
Abordar el desequilibrio de género también puede mejorar los resultados de las empresas. Un estudio de la Universidad de Tufts ha demostrado, por ejemplo, que la formación de las supervisoras puede aumentar la productividad en más de una quinta parte.
El equilibrio de género en los comités de dirección-trabajadores también es una cuestión importante. En las fábricas en las que la representación femenina en los comités es proporcional a la mano de obra, los niveles generales de descontento laboral son menores.
Leer Mejor equilibrio, mejor mundo para saber más, y escuche a continuación una muestra representativa de las voces de las mujeres de la industria mundial de la confección.