El camino hacia un diálogo social más fuerte en Nicaragua

23 abr 2015

En muchos países en desarrollo, las industrias de la confección suelen ser los primeros sectores con empleo formal, lo que significa que a menudo actúan como punto de partida de los derechos laborales de los países, incluidos los sindicatos. Nicaragua no es una excepción.

23 de abril de 2015.

Managua - "Hace diez años, era casi imposible tener un sindicato en la industria de la confección en Nicaragua. Esto ha cambiado para mejor", afirma Álvaro Murillo, punto focal de Relaciones Industriales de Better Work Nicaragua. En su función, trabaja con sindicatos y fábricas para promover la comprensión de cuestiones como la necesidad de un verdadero diálogo social.

"La industria de la confección es bastante reciente en Nicaragua, y en el pasado había mucha tensión y conflicto entre sindicatos y empresarios. No confiaban los unos en los otros", dice Álvaro. Esto cambió en 2007, cuando empresarios, sindicatos y gobierno se reunieron y firmaron el primero de los tres Acuerdos Tripartitos posteriores.

Además de acordar aumentos anuales del salario mínimo de los trabajadores de la Zona Franca -la mayoría de los cuales trabajan en fábricas textiles y de confección-, las partes firmantes de los acuerdos se comprometieron a buscar soluciones a otros problemas relacionados con el trabajo, como la seguridad y la salud en el trabajo, la educación, la vivienda asequible y las cestas de alimentos subvencionadas, entre otros.

Los acuerdos -firmados en 2007, 2010 y 2012- han proporcionado a las empresas estabilidad en sus previsiones de costes laborales, y a los trabajadores estabilidad para anticipar sus ingresos, reduciendo gran parte de la tensión en torno a los salarios. El acuerdo es el resultado de la unión de sindicatos, empresarios y Gobierno para aportar estabilidad al sector.

En los últimos años se han producido importantes cambios en el clima de las relaciones laborales en la industria de la confección de Nicaragua. De las 28 fábricas de Better Work, 19 tienen al menos un sindicato, y algunas tienen dos o más. Better Work está ayudando a garantizar que el diálogo también tenga lugar en estas fábricas individuales, con los líderes sindicales y los mandos intermedios trabajando juntos para resolver los problemas del lugar de trabajo, especialmente en los casos en los que hay varios sindicatos en la fábrica.

Álvaro afirma que, para que empresarios y trabajadores trabajen bien juntos, debe haber un verdadero proceso de diálogo y acabar con la desconfianza: "En general, los empresarios pueden conocer las relaciones laborales pero mostrarse reacios. Cuando hay una falta de compromiso por parte de los empresarios para trabajar bien con los sindicatos, es un gran reto", dice Álvaro. "A menudo, para los empresarios firmar un Convenio Colectivo no es un problema, pero cumplirlo sí lo es".

La estrategia de Better Work en las fábricas consiste en crear Comités Consultivos de Mejora del Rendimiento (CCMP). Se trata de comités conjuntos de trabajadores y dirección creados para abordar el intervalo que necesitan directivos y trabajadores para debatir las preocupaciones de ambas partes y crear y aplicar un plan de mejora. Los PICC han demostrado su eficacia para facilitar el entendimiento entre ambas partes, resolver conflictos y crear responsabilidades compartidas.

Better Work también se ha centrado en aumentar la capacidad de los sindicatos para ser más eficaces y trabajar de forma productiva con los empresarios. Así se ha avanzado en ámbitos como el etiquetado de productos químicos y la clarificación de las políticas de incentivos. "Los sindicatos consideran que las fábricas que colaboran con Better Work están haciendo grandes progresos y hay buenos ejemplos de fábricas que dan más voz a los trabajadores en la mejora de las condiciones", afirma Álvaro. Cita el ejemplo de fábricas en las que los trabajadores han desempeñado un papel proactivo a la hora de mejorar y supervisar la mejora de las condiciones en los baños, y de garantizar que los pasillos estén libres de obstáculos. En una fábrica, describe Álvaro, la dirección y los representantes sindicales del PICC elaboraron listas de control para supervisar conjuntamente estas dos cuestiones.

Álvaro se muestra entusiasmado con los avances y estima que la mayoría de los empresarios están ahora dispuestos a colaborar eficazmente con los sindicatos. "Se trata de que los trabajadores puedan ejercer sus derechos, incluida la libertad de asociación, y de trabajar juntos para beneficiar a ambas partes. Si podemos llegar a un estado en el que los empresarios vean en los sindicatos una forma de implicar eficazmente a los trabajadores, entonces será un éxito aún mayor", añade.

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