16 de abril de 2015
Lesotho - "Al principio no sabía muy bien qué era la educación inter pares y no me interesaba", dice Rethabile Nkokana, que trabaja en una empresa de fabricación de calzado en Maputsoe (Lesotho).
Rethabile es educadora inter pares sobre el VIH desde 2008. Esta función consiste en impartir educación sobre cuestiones relacionadas con el VIH y la salud, promover el uso del preservativo, asesorar y organizar actividades de movilización de educación inter pares.
Y continúa: "Cuando me incorporé, nos animó la enfermera de la fábrica. No sé qué vio en mí, pero me convenció y me dijo que tenía potencial para ser una buena educadora".
Dice que fue capaz de convencer a otras personas para que se hicieran la prueba antes de estar preparada. Al final, ella misma se hizo la prueba y animó a sus suegros y a su comunidad rural a hacérsela, dándoles información y disipando mitos sobre el VIH. Dice que ahora estos aldeanos se hacen la prueba dos veces al año y que también ha disminuido la discriminación contra las personas que se consideran seropositivas o que viven con el VIH.
"Después de ver la devastación y la gente muriendo, tanto en la fábrica como algunos de mis familiares, tuve una nueva convicción de trabajar duro y salvar vidas. Hemos llegado muy lejos desde donde empezamos", afirma Rethabile.
Natural de Ha Ramokoatsana, Pitseng, en el distrito de Leribe, Rethabile vive sola en un piso alquilado en Maputsoe. Vive cerca de otros trabajadores de la fábrica, pero su familia está lejos. Su marido, que lleva 15 años trabajando, trabaja en las minas de platino sudafricanas. Con suerte, puede venir a casa una vez al mes. También tiene dos hijos (un niño de 12 años y una niña de 7) que viven con sus abuelos paternos en Pitseng. Trabaja duro para ayudar a su marido a mantenerlos y llegar a fin de mes.
Tras dar negativo en la prueba del VIH, Rethabile se sintió aliviada, pero también es consciente de que tendrá que tener cuidado porque su marido trabaja lejos de casa. Dice que poco a poco ha podido negociar con su marido para que utilice preservativos gracias a los conocimientos que adquirió inicialmente en un curso de formación para la vida laboral impartido por la Alliance of Lesotho Apparel to Fight AIDS (ALAFA), una ONG que trabajó en el país hasta 2014. Rethabile cuenta que al principio fue difícil y sus suegros se enfadaron con ella, pero ahora todos la aceptan mejor.
Junto con Rethabile, Limakatso Matee participó en una reciente formación de actualización en educación inter pares sobre el VIH y el sida ofrecida por Better Work Lesotho. Limakatso, que ha sido educador inter pares en una fábrica de ropa de Maseru desde 2009, está de acuerdo con Rethabile en que educar a otros sobre el VIH y cambiar su comportamiento supone un reto.
"No siempre es fácil trabajar con la gente", dice. "Pero, si sabes que estás haciendo algo bueno, no importa lo que digan. Aunque ellos (los trabajadores a los que educó sobre el VIH) no me lo agradezcan, sigo ayudándoles porque sé que les he salvado la vida".
Limakatso, madre de dos hijos, es una de las pocas trabajadoras de la confección que tiene a su familia viviendo en Maseru con ella. Dice que la educación entre iguales la ayuda en su desarrollo personal, además de permitirle ayudar a los demás.
"Si los trabajadores empiezan a confiar en ti y a respetarte, tú también tienes que empezar a ser digna de confianza, a tener seguridad en ti misma y a respetarte", afirma. "Creo que la educación entre iguales también ha ayudado a mi familia y a mi matrimonio, porque las técnicas de comunicación que nos enseñan, también las utilizamos en nuestras familias y comunidades".
Cuando Limakatso habla a sus comunidades de Maseru y Mafeteng sobre planificación familiar, salud sexual y reproductiva y aptitudes para la vida, bromean y la llaman la enfermera del pueblo. Dice que eso la enorgullece mucho.
Ambas mujeres afirman que en sus fábricas pueden ver el impacto que están teniendo los educadores inter pares al concienciar sobre la prevención y el cuidado del VIH.
El absentismo ha disminuido, la tasa de mortalidad es menor, la producción es buena y el empresario también está contento y contribuye con sus recursos y su tiempo a garantizar que los educadores inter pares reciban apoyo en su trabajo.