AMÁN, Jordania, 26 de abril de 2024-Sahar Rawashdeh, psicóloga que ofrece servicios de asesoramiento a trabajadores de fábricas de confección, pretende contribuir a eliminar el estigma que suele rodear a los problemas de salud mental en Jordania.
Rawashdeh, de 33 años, licenciada por la Universidad de Yarmouk y con un máster en asesoramiento psicológico, ha participado activamente en el apoyo psicológico a niños refugiados en aldeas remotas, a través de varias organizaciones internacionales. También ha prestado servicios de atención a personas mayores.
Rawashdeh se incorporó a la fábrica de ropa, con ayuda del Centro Princesa Basma para el Desarrollo Humano de Irbid, porque fue una de las primeras del país en crear una unidad especial de atención a la salud mental para los trabajadores.
"Observé un estigma entre muchos trabajadores, asociado a la idea de recurrir a un especialista en salud mental para resolver sus problemas psicológicos. Este estigma existe en todas las culturas, incluida la cultura local de Jordania", afirma Rawashdeh.
Para contrarrestar estos retos, colaboró con el departamento de recursos humanos, al que acudían con frecuencia los trabajadores, para organizar cursos centrados en las causas de distintos problemas psicológicos.
"Desarrollamos un programa de gestión de la ira para saber cómo afrontar las presiones laborales, siguiendo unos pasos concretos basados en comprender, escuchar, organizar y facilitar espacios de diálogo, y crear un entorno de trabajo cómodo y saludable", añadió Rawashdeh.
Observó las múltiples necesidades de atención de salud mental a las que se enfrentan los trabajadores migrantes para adaptarse a su nueva vida en Jordania y al estrés laboral, especialmente en las fases iniciales de su empleo.
Muchos trabajadores con problemas de salud mental solían dimitir, mientras que otros descargaban su angustia psicológica autolesionándose, señaló Rawashdeh. En respuesta, elaboró un plan de trabajo, en colaboración con la dirección, para supervisar a los trabajadores que le remitían para recibir asesoramiento y garantizar la confidencialidad.
Rawashdeh también organizó varios actos de concienciación sobre salud mental para ayudar a afrontar estos retos y el estigma asociado a la consulta a especialistas en salud mental.
"Destinar un día al año a la salud mental nos llevó a desarrollar un amplio programa de concienciación", dijo. "Esto incluyó la distribución de folletos educativos sobre la importancia de la salud mental a todos los trabajadores y en toda la fábrica, complementado con actividades deportivas para reforzar la salud mental".
Las campañas de sensibilización aumentaron el número de casos que se le remitían, de uno al mes, a hasta doce.
"Uno de los casos que seguía era el de una trabajadora de Bangladesh que sufría depresión. Animó a una compañera que sufría estrés a acudir al departamento de salud mental. Las campañas de sensibilización, el seguimiento y la orientación tienen un papel fundamental", explicó Rawashdeh.
El impacto de estas iniciativas se extendió a los trabajadores jordanos, que poco a poco empezaron a visitar regularmente el departamento de salud.
"Ver el compromiso positivo de los trabajadores con el departamento de salud mental me llena de alegría; nuestros esfuerzos han sido fructíferos", afirmó.
En 2021, el programa Better Work Jordan de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) puso en marcha un proyecto de salud mental para ayudar a los trabajadores del sector de la confección a resistir los riesgos para su salud mental, entre otras cosas garantizando la existencia de apoyo en las fábricas y el acceso de todos los trabajadores a los sistemas de derivación a especialistas en salud mental. El proyecto ofreció sesiones de formación y concienciación a trabajadores de fábricas de confección de toda Jordania, centrándose en dotarles de las habilidades y conocimientos necesarios para la prestación de servicios de salud mental.
"El proyecto ofreció formación importante, por ejemplo sobre sensibilización en salud sexual y reproductiva y primeros auxilios en salud mental, así como orientación sobre sensibilización y procesos de derivación. También nos apoyó con actividades y eventos para ayudar a mejorar la salud mental de los trabajadores", afirmó Rawashdeh.
Trabajar en el campo de la salud mental es un reto, sobre todo porque éramos pioneros en servicios de salud mental en un lugar de trabajo diverso. Me di cuenta de que el trabajo requería un profundo conocimiento de las distintas necesidades de los trabajadores de múltiples nacionalidades.
Para mejorar la salud mental de los trabajadores y prevenir los problemas de salud mental, colaboré con la dirección para desarrollar servicios de salud mental.
Creamos una hoja de ruta clara y dedicamos los primeros 3-6 meses a comprender las necesidades y los retos de los trabajadores mediante evaluaciones de salud mental y estudios realizados por Better Work Jordan. Los problemas de salud mental estaban muy estigmatizados tanto entre los trabajadores jordanos como entre los migrantes.
Además, había una falta de concienciación sobre la salud mental, así como desinformación sobre los servicios de salud mental y los proveedores de servicios en Jordania. En la fábrica trabajan trabajadores de seis nacionalidades distintas: Bangladesh, Birmania, Sri Lanka, Nepal, Madagascar y Jordania. Esta diversidad plantea retos únicos, especialmente durante las temporadas de máxima producción.
Nuestros objetivos eran concretos: mejorar la salud mental de los trabajadores, protegiéndolos de la angustia psicológica, y facilitar su acceso a los servicios de salud mental. Para lograr estos objetivos, me centré en el desarrollo de capacidades a través del compromiso directo y la comunicación con los trabajadores para mejorar su comprensión de los problemas de salud mental. Organizamos sesiones de formación y actividades como la celebración del Día Mundial de la Salud Mental. La dirección nos apoyó, proporcionándonos los recursos necesarios para desarrollar un sistema sólido de servicios de salud mental.
Mi dedicación y mi duro trabajo se basan en mi convicción de la necesidad de proporcionar servicios de apoyo tanto a los trabajadores jordanos de la confección como a los inmigrantes. Los trabajadores se ven afectados por las presiones migratorias, además de por problemas familiares, económicos y de salud física, así como por la propia naturaleza del trabajo. Otras dificultades se derivan del hecho de que las mujeres constituyen la mayoría de los trabajadores de la industria de la confección.
Reconociendo mi compromiso y la repercusión de mis esfuerzos, Better Work Jordan me seleccionó para formar a otros funcionarios de enlace de salud mental, mejorando sus capacidades para apoyar eficazmente a nuestra plantilla. El apoyo constante de los altos directivos a los asesores de salud mental ha sido decisivo.