NUEVA YORK - El Study Hall anual de Nueva York hizo un llamamiento a todos los agentes de la cadena de suministro de prendas de vestir para que se alineen con las comunidades a fin de que la producción, la distribución y las tendencias de compra sean sostenibles para las generaciones futuras.
Bajo el lema "positividad climática a escala", el acto de enero reunió a algunos de los principales expertos e influyentes del mundo de la moda.
Tara Rangarajan, de Better Work, abordó la urgente necesidad de transformar la industria mundial de la confección exponiendo el coste humano de la fabricación de ropa para maximizar el consumo consciente.
"El sector tiene la enorme responsabilidad de reducir el impacto negativo sobre el planeta y transformar la vida de las personas, sacando a la población de la pobreza", afirmó Rangarajan.
"Podemos redefinir lo que significa la moda, dando a los trabajadores la posibilidad de negociar colectivamente en su propio beneficio, al tiempo que aumentamos la competitividad de las marcas que los respaldan", añadió.
Better Work colabora con los representantes de los trabajadores en las fábricas para garantizar que la mejora de las condiciones -incluidos salarios dignos más altos y medidas drásticas contra el exceso de horas de trabajo- sea una realidad.
"El cambio climático y la justicia social deben ir de la mano", afirmó la fundadora de Slow Factory, Céline Semaan.
"Es hora de reconocer la profunda historia que tiene la moda con el legado de explotación y desechabilidad de las personas y el planeta, para que podamos avanzar hacia una industria que beneficie a todas las formas de vida", afirmó Whitney McGuire, cofundadora de Sustainable Brooklyn.
Los participantes en el foro destacaron la importancia de recordar que el éxito del negocio de la moda en Estados Unidos se cimentó en la economía de la esclavitud transatlántica y la exportación de algodón.
La ONU calcula que más de 60 millones de trabajadores están empleados en el sector de la confección, la mayoría de ellos mujeres jóvenes. La pobreza - en zonas rurales y urbanas - persiste: la mitad de la población mundial sobrevive con el equivalente a 2 dólares al día.
La Sala de Estudios acogerá nuevas conferencias a lo largo de 2020.
Para más información, consulte: https://studyhall.earth/