En Bangladesh, los trabajadores abrazan la democracia en las fábricas

21 nov 2016
Rasel Rana (centro), uno de los representantes de los trabajadores recién elegidos, con simpatizantes.
Rasel Rana (centro), uno de los representantes de los trabajadores recién elegidos, con simpatizantes.

Por primera vez en el país, las empresas de confección de Bangladesh están obligadas a facilitar la celebración de elecciones abiertas de los trabajadores en los comités de fábrica. Better Work dirige el proceso.

16 de noviembre de 2016.

Dhaka - Cuando en 2015 Bangladesh enmendó su Ley del Trabajo para exigir comités representativos de los trabajadores y la dirección en las fábricas de confección, fue el gran avance que Better Work había estado esperando.

"Siempre hemos querido ampliar nuestra implicación en Bangladesh, pero sólo intervendremos si se dan ciertas condiciones. Una de ellas es la exigencia legal de una representación de los trabajadores elegida abiertamente en los comités de empresa. Así que se lo planteamos al gobierno. Al final, cambiaron la ley y vimos nuestra oportunidad de actuar", afirma Conor Boyle, Director de Operaciones Globales de Better Work.

Better Work, una asociación de la Organización Internacional del Trabajo y la Corporación Financiera Internacional, miembro del Grupo del Banco Mundial, es un programa que pretende mejorar las condiciones de trabajo y la productividad de la industria de la confección en las economías en desarrollo. Bangladesh, con sus cuatro millones de trabajadores de la confección, era un objetivo obvio.

Un elemento esencial del programa es la creación de comités representativos de los trabajadores y la dirección, denominados en Bangladesh Comités de Participación:

"Los PC son el ingrediente clave por el que introducimos cambios sostenibles en la fábrica", explica Louis Vanegas, director de Better Work en Bangladesh. "Son el vehículo por el que empezamos a capacitar a los trabajadores para que conozcan sus derechos y hablen directamente de las cuestiones que son importantes para ellos. Como los PC cuentan también con representantes de la dirección, creamos un entorno propicio para el diálogo social y la paz laboral".

Sin embargo, en un país en el que sólo 300 de las 4.000 fábricas de confección existentes tienen sindicatos registrados, la idea de que los representantes de los trabajadores elegidos abiertamente tuvieran voz y voto en la gestión de las fábricas iba a encontrar cierta inercia. Para construir el caso, Better Work aprovechó el cambio de la legislación laboral y evaluó una serie de fábricas que ya participaban en el programa, determinando que no cumplían la nueva ley.

A partir de ahí, fue una cuestión de persuasión, dice Vanegas:

"Conseguir que (la dirección de la fábrica) estuviera de acuerdo en que era necesario un CP elegido en su fábrica no fue difícil... Sin embargo, conseguir que estuvieran de acuerdo en el proceso por el que tendría lugar la formación del CP fue más un reto".

Better Work proporcionó a la fábrica directrices sobre el procedimiento electoral, incluida la creación de un comité electoral, y siguió colaborando estrechamente con los trabajadores y la dirección para apoyar el proceso. Y, en agosto y septiembre de este año, los trabajadores de 12 fábricas de confección pudieron celebrar por primera vez elecciones abiertas para estar representados en sus Comités Participativos. Aunque el voto no era obligatorio, más del 75% de los trabajadores votaron.

Basándose en el éxito de estas elecciones, Better Work pretende fomentar la representación democrática de los trabajadores en todas las fábricas a las que asesora en los próximos años.

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