Existen diferencias significativas entre cómo perciben los directivos las condiciones de trabajo y cómo las perciben los trabajadores, y estas desviaciones pueden tener un impacto considerable en el bienestar y la salud mental de los trabajadores. Por ejemplo, estas diferencias pueden llevar al director de la fábrica a no proporcionar ciertas comodidades en el lugar de trabajo. Además, los trabajadores se ven especialmente afectados por la preocupación por los bajos salarios. Las consideraciones de seguridad y salud en el trabajo repercuten en el bienestar cuatro veces más que cualquier otra medida de las condiciones de trabajo, como la duración de las horas trabajadas.