Desde mediados de los años setenta, las mujeres de los países en desarrollo se han incorporado rápidamente a la mano de obra del sector de la confección. Esto ha generado un debate sobre si estos trabajos remunerados suponen un empoderamiento femenino. Muchos estudiosos han destacado que el trabajo en fábricas para los mercados mundiales puede abrir nuevas vías, por ejemplo aumentando su independencia financiera, pero también puede crear nuevas formas de subordinación de género, como cuando las mujeres están expuestas a prácticas laborales injustas. En este contexto, ¿cómo puede promoverse la igualdad de género en el lugar de trabajo?
Los resultados de un análisis de género de los datos de referencia muestran que en el momento en que las fábricas de confección se incorporaron a Better Work Vietnam las diferencias entre trabajadores y trabajadoras eran notables. Las mujeres ocupaban puestos diferentes en las fábricas y tenían menos probabilidades que los hombres de recibir formación o de ascender. También eran significativas las diferencias entre las trabajadoras con distintos niveles de educación, sobre todo en lo que respecta al conocimiento de sus derechos y a la probabilidad de que alzaran la voz.
Los informes de investigación de Better Work presentan un resumen de los resultados de las investigaciones del programa sobre temas concretos.