Las fábricas que producen para multinacionales de la confección procedentes de economías de mercado coordinadas, como Corea, presentan sistemáticamente altos índices de cumplimiento de las normas laborales en comparación con otras empresas de distintas variedades de capitalismo. Esto puede explicarse por las estrategias globales que siguen estas empresas, que se basan en el contexto institucional de su país de origen y se ven influidas por él, lo que da lugar a formas más sólidas de arraigo y a relaciones de red más duraderas y estables, con consecuencias más positivas para el nivel de cumplimiento en muchas categorías.