Para mejorar las condiciones laborales más allá del corto plazo, los esfuerzos reguladores transnacionales no sólo deben abordar los problemas inmediatos en las fábricas, sino también reforzar las instituciones estatales que rigen las interacciones entre trabajadores y empresarios. Este estudio aporta pruebas que sugieren que los reguladores transnacionales como Better Work pueden reforzar al Estado, dependiendo de dos condiciones: la movilización laboral local y el apoyo de las principales partes interesadas para comprometer al Estado y a las fábricas con el fin de lograr interpretaciones autorizadas de las normas. Estas conclusiones arrojan luz sobre el potencial y los límites de las iniciativas transnacionales para reforzar la regulación laboral estatal.