DELMAS, Haití - La CFI, uno de los socios fundadores de Better Work, se ha comprometido recientemente a apoyar al sector de la confección en Haití reuniendo a los principales actores de los sectores público y privado y buscando oportunidades y medios para aumentar la producción. La pandemia de COVID-19 ha obligado a Better Work Haití a adaptarse para trabajar virtualmente y apoyar a las fábricas y a los trabajadores en su vuelta a la actividad en las nuevas circunstancias de la pandemia. Según la CFI, entre las prioridades del sector en Haití figura ayudar a las empresas y a los trabajadores a sortear la crisis de la COVID-19 mediante el mantenimiento de los puestos de trabajo y las inversiones y, en última instancia, atraer capital privado y crear más empleo. Aprovechando su potencial, Haití también puede aspirar a atraer a fabricantes de ropa de alto precio y alta calidad.
A través de un proyecto lanzado recientemente, la IFC reunirá a actores clave de los sectores público y privado para buscar oportunidades de aumentar la producción. Una primera fase se centra en ayudar a los fabricantes a reconvertirse rápidamente para producir equipos de protección individual (EPI) o ampliar la producción de prendas de vestir para satisfacer una demanda mundial cambiante; una segunda fase busca mejorar los servicios gubernamentales; y una última fase se centrará en atraer inversores, facilitar ampliaciones, desarrollar una nueva propuesta de valor que aproveche la deslocalización cercana y movilizar inversiones.
"IFC ha apoyado a la industria de la confección de Haití durante más de una década, tanto en los buenos tiempos como en los difíciles, y con los retos actuales IFC se complace en trabajar con este importante sector para alcanzar su potencial", dijo Judith Green, Gerente de IFC para el Caribe. "Buscamos desarrollar una propuesta de valor renovada que pueda impulsar el crecimiento del sector. La IFC desempeñará un papel integrador, reuniendo a instituciones, empresas, asociaciones del sector, así como a inversores locales e internacionales que están prestando atención al potencial de Haití", añadió.
Asimismo, la mejora del entorno empresarial y de la competitividad del sector mediante la mejora de la normativa empresarial son elementos cruciales para ayudar a la industria local a alcanzar su pleno potencial. Afortunadamente, la renovación de la legislación clave ayudará a la industria de la confección de Haití a responder a las circunstancias de un año sin precedentes. La Ley de Recuperación Económica de la Cuenca del Caribe (CBTPA) fue renovada el 20 de septiembre de 2020 y se extenderá por otros 10 años.
El pacto comercial apoyará alrededor del 30% de las exportaciones de Haití a EE.UU., que seguirá concediendo preferencias comerciales en el sector textil y de la confección a los países del Caribe hasta septiembre de 2030. Gracias al pacto comercial, Haití tratará de mejorar su influencia para atraer inversores, facilitar expansiones y desarrollar una nueva propuesta de valor para acercar la producción al mercado estadounidense, aprovechar las ventajas de la deslocalización y movilizar inversiones.
"Los beneficios comerciales incluidos en el acuerdo ofrecen grandes oportunidades para el país, pero no creo que Haití los haya aprovechado plenamente hasta ahora. Todavía hay mucho margen de mejora", declaró Claudine François, responsable del programa Better Work Haití.
Seis fábricas inscritas en su programa se benefician actualmente del acuerdo comercial CBTPA.
"Contar con la CBTPA supone una gran diferencia para las asociaciones patronales de Haití, les sirve de respaldo", afirmó François. "Aun así, la industria debe saber a fondo cómo utilizar los beneficios comerciales incluidos en el pacto para cosechar sus frutos".
Los principales agentes del sector en Haití coinciden en que aún queda trabajo por hacer.
Clifford Apaid es miembro de la junta directiva de la Association Des Industries d'Haiti (ADIH) y propietario de una fábrica de confección. Afirmó que la primera CBTPA sentó las bases de lo que la industria ha podido conseguir, también gracias a otros acuerdos comerciales, como la Ley de Oportunidad Hemisférica a través del Fomento de la Asociación (HOPE) de 2006, vigente hasta 2025.
"Haití salía de una situación muy difícil", dijo Apaid. "Me refiero al embargo de los años 90, cuando la industria estaba prácticamente diezmada. La primera CBTPA desencadenó el inicio de un entorno posterior al embargo y la agitación que respaldó a un incipiente sector de la confección y atrajo compradores a Haití."
Apaid afirmó que, aunque varios gobiernos han contribuido a lo largo del tiempo a la aprobación de la CBTPA en Haití, no han sido capaces de alcanzar el nivel necesario de estabilidad en el país para impulsar y llevar al máximo las oportunidades de negocio.
"A la luz de la pandemia de COVID-19, los compradores miran hoy al mundo desde una perspectiva diferente, con especial atención al coste de la producción. Esto ha llevado a deslocalizar la producción, lo que, a su vez, aumentará el valor y la importancia de acuerdos comerciales como la CBTPA."
Dominique Saint Eloi, líder del grupo sindical Centrale nationale des ouvriers haïtiens (CNOHA), dijo que antes de la aplicación de la CBTPA, los sindicatos no podían operar dentro de las fábricas. "Sin duda, la CBTPA ha traído más libertad de asociación a Haití, pero aún persisten importantes interferencias y discriminación hacia los sindicatos", afirmó Saint Eloi, quien añadió que los sindicatos instaban a empresarios e inversores a ver esta renovación como una oportunidad rentable a largo plazo para sus negocios. Esto podría traducirse finalmente en mejores salarios y mejores condiciones laborales".
De cara al futuro, la combinación de la CBTPA y el apoyo de Better Work y la IFC se unen para proporcionar instrumentos cruciales para el crecimiento de la industria de la confección del país.